Seguir la Legislatura de Washington no es fácil para personas que no hablan inglés

Servicios de interpretación están disponibles pero son de difícil acceso. Legisladores y defensores quieren cambiar esto.

La senadora Rebecca Saldaña interpreta

La senadora Rebecca Saldaña interpreta para un trabajador agrícola que testifica en español en una audiencia pública para expresar su apoyo a un proyecto de ley que proveería a los empleadores mayor flexibilidad en el umbral de horas extra para trabajadores agrícolas. (Cortesía de TVW)

La Legislatura de Washington provee servicios de interpretación a pedido para las personas que hablan un inglés limitado, pero puede ser un desafío averiguar cómo obtener estos servicios.

La información sobre interpretación está escondida en el sitio web de la Legislatura en una sección llamada “Americans with Disabilities Act Information”. Alguien que habla otro idioma que el inglés pero que no tiene una discapacidad podría no dar nunca con esta información.

Defensores y miembros de las comunidades diversas de Washington, incluyendo algunos que tienen un inglés limitado, ponen en duda el compromiso de la Legislatura de escuchar a todos los residentes de Washington.

“No creo que tengan un interés serio en garantizar que el proceso político sea inclusivo para las personas que hablan un inglés limitado”, dijo Shomya Tripathy, directora de política y participación cívica de Asian Counseling and Referral Service (ACRS).

Esta organización con sede en Seattle ofrece servicios para asiático-americanos, nativos de Hawái e isleños del Pacífico en el condado de King y todo el Noroeste del Pacífico. Las más de 30,000 personas a las que la organización sirve hablan más de 40 idiomas diferentes.

La cuestión de intérpretes para audiencias legislativas salió a relucir en una reciente audiencia ante el Senado que trataba un proyecto de ley que podría cambiar la forma en que se paga a los trabajadores agrícolas. Varios trabajadores que hablaban mejor el español que el inglés se inscribieron para testificar, pero algunos no sabían que podían pedir un intérprete. Una legisladora que habla español e inglés se prestó a ayudar, pero, como ella había puesto en duda si los trabajadores comprendían bien el proyecto de ley, algunos defensores de la industria no estuvieron contentos.

Si bien hay intérpretes disponibles para las audiencias de los comités, no se usan sus servicios regularmente. El Senado estatal, por ejemplo, ha recibido apenas cinco a diez pedidos por sesión desde 2020, según Sarah Bannister, secretaria del Senado. Para poner en perspectiva esta cifra, durante los 60 días de la sesión legislativa de 2022, más de 3,000 personas testificaron en audiencias ante los comités del Senado.

El uso infrecuente de los servicios de interpretación, según líderes comunitarios, pone de manifiesto la falta de conciencia de que los servicios están disponibles, y la falta de confianza en que los intérpretes brindarán un servicio correcto para los residentes que no dominan el inglés.

Esto no significa que la necesidad no exista: Datos de la Oficina del Censo de Estados Unidos indican que un importante porcentaje de los residentes de Washington tienen un inglés limitado y hablan otro idioma en casa. De las más de 1.13 millones de personas que residían en Washington en 2021 y que nacieron fuera de los EE. UU., el 42.2% hablaba “el inglés menos que muy bien”, contra solo el 1.6% de residentes que nacieron en EE. UU.

E incluso de entre casi 560,000 residentes de Washington que eran ciudadanos estadounidenses naturalizados, y con derecho a votar en las elecciones, un 34.9 % dijo tener un inglés limitado, según el Censo.

Judy Jenner, una intérprete jurídica con certificación federal de Twin Translations en Las Vegas, aclaró que incluso para las personas que hablan el inglés como lengua materna, resulta difícil tener una “participación significativa” en espacios cívicos, por el lenguaje especializado y los procedimientos complicados. Las barreras idiomáticas agravan todavía más esta dificultad. Jenner es también portavoz de la American Translators Association, una asociación profesional para traductores e intérpretes. (Si bien algunos usan las palabras “interpretación” y “traducción” intercambiablemente, los profesionales aclaran que los intérpretes trabajan con el lenguaje oral y los traductores traducen documentos escritos.)

“Estos desafíos se multiplican cuando una persona que tiene un inglés limitado trata de participar en el proceso, porque conoce todavía menos estas idiosincrasias lingüísticas y procesales”, señaló Jenner.

Manifestantes con pancartas y banderas durante un mitin en Seattle organizado por trabajadores de Ostrom Mushroom Farms el 20 de noviembre de 2022. (David Ryder para Crosscut)

¿Quién debería intervenir?

Una audiencia ante el Comité de Trabajo y Comercio del Senado celebrada el 9 de febrero puso de manifiesto la necesidad de intérpretes. Trabajadores agrícolas se apuntaron para testificar a distancia acerca de un proyecto de ley que modificaría las normas de tiempo extra para el sector. Muchos optaron por testificar en español, pero uno solo testificó con la ayuda de un intérprete certificado. Otros recurrieron a familiares, compañeros de trabajo u organizadores comunitarios.

Elizabeth Strater, directora de campañas estratégicas de la Unión de Campesinos, leyó el testimonio traducido de otros trabajadores que no pudieron asistir a la audiencia. Y otro grupo de trabadores testificó a distancia por Zoom en español, sin intérprete.

Fue entonces que la senadora Rebecca Saldaña, una demócrata de Seattle, les interpretó. Saldaña dijo que decidió intervenir cuando vio que no había un intérprete disponible: “Quería asegurarme de que sus voces fueran escuchadas”.

Miembros de asociaciones de agricultores dijeron que Saldaña no interpretó correctamente el testimonio para expresar el claro apoyo de los trabajadores para el proyecto. La ley, que finalmente no salió del comité, habría permitido que los empleadores en el sector agrícola seleccionaran 12 semanas durante las cuales el umbral para horas extra aumentaría de 40 horas por semana a 50. Los grupos se mostraron en desacuerdo también con el hecho de que Saldaña, vicepresidente del comité, pusiera en duda si los trabajadores comprendían totalmente el proyecto de ley.

El senador Curtis King (un republicano de Yakima), portavoz del partido minoritario en el comité, dijo que le pareció que Saldaña estaba tratando de ayudar. Los trabajadores tenían planeado testificar en inglés, pero cambiaron a español.

“Me parece que no hubo la comunicación suficiente acerca de lo que iba a ocurrir”, dijo King.

En opinión de Saldaña, que representa el Distrito 37, que incluye varios vecindarios de Seattle con poblaciones de mayoría minoritaria, el incidente sirvió para subrayar el constante desafío de conectar con personas que hablan un inglés limitado en el proceso legislativo.

Esta audiencia no fue la primera ocasión en que Saldaña ha tenido que interpretar.

“Por la manera en que está organizado todo, usted tiene que pedir proactivamente [los servicios de un intérprete]”, dijo Saldaña. “Es algo que a menudo pasa inadvertido”.

En el sitio web de la Legislatura del estado de Washington, las personas que desean testificar en una audiencia pública pueden pedir un intérprete al comunicarse con el coordinador de la Ley para Estadounidenses con Discapacidades de cualquiera de las dos cámaras.

La secretaria Bannister indicó que, en años recientes, la Legislatura se ha esforzado en evitar que se recurra a integrantes del personal o legisladores bilingües, como Saldaña, para interpretar, y en promover el uso de servicios de intérpretes capacitados. La Legislatura tiene acceso a proveedores que pueden interpretar en aproximadamente 300 idiomas.

Los pedidos más frecuentes son para la lengua de señas de los EE. UU. (ASL) y el español, pero el Senado ha recibido también pedidos de personas que hablan mandarín, cantonés, amhárico, somalí y vietnamita, según Bannister.

Ser un intérprete capacitado significa más que hablar y comprender un idioma, dijo Jenner, la portavoz de la American Translators Association.

“Los intérpretes escuchan, procesan, comprenden y convierten el lenguaje, y comunican todo al mismo tiempo, tratando a menudo temas muy complejos con terminología especializada que muchas personas totalmente bilingües no conocen en uno de sus idiomas o en los dos”, continuó Jenner.

Agregó que una interpretación incorrecta podría afectar la posibilidad de participar en el proceso cívico, un derecho conferido por la Ley de Derechos Civiles.

“Existe un riesgo de que alguien que habla un inglés limitado no comprenda o no sea comprendido, lo cual puede tener un impacto serio sobre la persona”, dijo.

La senadora Rebecca Saldaña, del Distrito 37, habla con los manifestantes durante un mitin en Seattle organizado por trabajadores de Ostrom Mushroom Farms el 20 de noviembre de 2022. Trabajadores de Sunnyside, Washington, se congregaron frente al Metropolitan Market de Lower Queen Anne para visibilizar sus esfuerzos de sindicalizarse. (David Ryder para Crosscut)

Más allá de la disponibilidad de intérpretes

Organizadores comunitarios señalan que, para fomentar la participación cívica de personas que hablan un inglés limitado, la Legislatura debería hacer mucho más que simplemente ofrecer servicios de interpretación.

Strater, de la Unión de Campesinos, considera que los legisladores deberían tener intérpretes disponibles proactivamente si saben que un tema puede afectar a personas que podrían testificar o participar pero que tienen un inglés limitado.

“Si usted está hablando de temas de trabajo agrícola en el estado de Washington... necesitará [interpretación en] español”, dijo.

Derek Lum, director de política e incidencia de la organización con sede en Seattle Interim Community Development Association, dijo que la Legislatura podría hacer otras cosas para promover la participación cívica para todos. La organización de Lum se enfoca en temas de vivienda y desarrollo comunitario en el vecindario de Chinatown-International District en Seattle.

Sugiere que podrían solicitar el testimonio traducido de antemano u ofrecer un foro separado celebrado en la lengua materna de un grupo comunitario interesado.

Tripathy, de ACRS, recomienda que se realicen esfuerzos por identificar a las personas interesadas en un tema dado y luego se busquen maneras de ayudarles a expresar sus comentarios con los legisladores y otros funcionarios del gobierno.

“Usted tiene que contar con esas relaciones preexistentes”, dijo Tripathy. “No puede simplemente designarlos para hablar”.

Joseph Lachman, director de política de ACRS, dijo que su organización ha llevado a más de 1,000 personas a la Legislatura para eventos donde residentes asiático-americanos, nativos de Hawái e isleños del Pacífico pueden hablar con legisladores y donde la organización puede identificar a residentes que estén interesados en conectar con el proceso legislativo, incluyendo el testimonio ante comités.

Lachman aclaró que ACRS prefiere que sean integrantes de su personal quienes interpreten, porque pueden trabajar con la persona en su testimonio de antemano para asegurarse de que sus ideas se expresen correctamente ante los legisladores.

Por ahora, ACRS no se inclina a los servicios de intérpretes provistos por el estado sin garantías de que la persona que desee testificar pueda hablar con el intérprete de antemano, precisó.

“El 99 % del tiempo, preparamos a las personas con mucha anticipación”, dijo Tripathy. “De otro modo, lo que quieren decir no se comunica. No queremos correr el riesgo de arruinar la experiencia la primera vez que la gente testifica ante la Legislatura”.

La secretaria Bannister dijo que el personal legislativo ha entendido esta retroalimentación y que trabajará con los proveedores para mejorar las actividades futuras de interpretación. Recordó además que el acceso a los servicios de interpretación es más fácil ahora, y que el personal puede conseguir intérpretes con poco tiempo de aviso.

En opinión de Tripathy, la Legislatura podría hacer mucho más para demostrar su compromiso con permitir que las personas que tienen un inglés limitado participen plenamente en el proceso al, por ejemplo, proveer información, incluyendo información sobre los servicios de interpretación, en diversos idiomas. Esto serviría para fomentar la confianza y aumentar la conciencia de los servicios lingüísticos que el estado ofrece.

“No sé si [la Legislatura] está comprometida al proceso de ensayo y error necesario para transformar el sistema en uno que sea inclusivo para las personas que tienen un inglés limitado”, notó Tripathy. “No sabré si es de verdad hasta que veamos cada vez más cambios”.

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About the Authors & Contributors

Kenneth Barger

Kenneth Barger, translator

Kenneth Barger is a freelance translator and interpreter who works in French, Spanish and English. A Seattle native, he has visited and studied in many countries and territories, including France, Spain, Puerto Rico and Canada. He has translated articles and created subtitles for Crosscut and provided simultaneous interpretation for KCTS 9 programming, among other projects.