Núñez gana menos ahora, pero todavía tiene que pagar el mismo alquiler de $1,500 por mes y los servicios públicos de su apartamento de dos recámaras en Tukwila. La ayuda estatal le ha ayudado a soportar la carga; Núñez es uno de los aproximadamente 60,000 migrantes indocumentados que han recibido ayuda financiera del estado de Washington durante la pandemia.
Pero defensores de la comunidad de personas indocumentadas en el estado de Washington dicen que hay miles más que todavía no han recibido ayuda del gobierno, en parte porque no califican para el seguro de desempleo o los pagos de estímulo del gobierno federal, a pesar de que pagan impuestos.
Ahora, a un año del comienzo de la pandemia, legisladores estatales están proponiendo $70 millones en ayuda adicional para los residentes indocumentados de Washington, incluyendo $5 millones para estudiantes. Estos fondos suplementarían los $40 millones en ayuda que el gobernador Jay Inslee anunció en agosto para la comunidad indocumentada, y otros $20 millones en diciembre.
Si los fondos son aprobados el próximo mes, los $70 millones adicionales convertirían al estado de Washington en un líder nacional en ayuda para las personas indocumentadas, cuyas comunidades han sido afectadas desproporcionadamente por la pandemia, especialmente las comunidades latinas y negras. El año pasado. en una medida sin precedentes, el gobernador Gavin Newsom, de California, anunció $125 millones en ayuda para los trabajadores indocumentados. El estado de Washington podría igualar o superar esta cifra.
“Nos parece excelente que la Legislatura considere invertir importantes cantidades adicionales de dinero en el fondo de asistencia para migrantes”, dijo Mike Faulk, portavoz de Inslee.
Paúl Quiñonez, un ex beneficiario del programa DACA y activista en la campaña por ayuda financiera para los indocumentados, dijo que se han distribuido $45 millones hasta ahora, en pagos de $1,000 por persona, pero que por lo menos 20,000 personas indocumentadas han solicitado ayuda y no han recibido nada del estado todavía, aunque califican para el dinero.
Quiñonez y otros miembros de la Washington Dream Coalition, una organización de jóvenes que aboga por la comunidad indocumentada, también han establecido un fondo de emergencia comunitario para ayudar a los migrantes indocumentados durante la pandemia. Este fondo se creó en colaboración con Scholarship Junkies, el Proyecto para los Derechos del Inmigrante y la Red de Solidaridad de Inmigrantes en Washington, entre otros. Los grupos recaudaron aproximadamente $7 millones. Los organizadores de este esfuerzo popular ayudaron a incitar a Inslee para que hiciera más por la comunidad indocumentada.
La ciudad de Seattle ha brindado ayuda a casi 4,000 personas indocumentadas que viven en su territorio, con $8 millones en ayuda, explicó Joaquin Uy de la Oficina de Asuntos de Inmigrantes y Refugiados de Seattle. Aclaró que la mayor parte de esta ayuda ha sido destinada a las necesidades básicas, tales como vivienda, alimentación y educación para los niños. Todo este dinero ya se ha distribuido.
Además de los esfuerzos por proveer ayuda a nivel estatal, algunos legisladores abogan por una forma más permanente de seguro de desempleo para personas indocumentadas que han perdido su empleo durante la pandemia.
Mia Gregerson, una representante estatal demócrata de SeaTac, dijo que espera tener un programa en marcha más adelante este año con ese fin. Al igual que el coronavirus, la recesión afecta todavía más a las comunidades vulnerables, explicó.
“Estamos totalmente comprometidos con esta comunidad”, dijo Gregerson en una reciente entrevista.
La senadora demócrata de Seattle Rebecca Saldaña dijo que está comenzando a redactar la medida, y que está estudiando la posibilidad de ofrecer $400 en compensación de desempleo suplementaria por semana durante 39 semanas, un monto similar al que recibe la persona desempleada promedio del seguro de desempleo del estado de Washington.
“Nuestro trabajo es hacer todo esfuerzo posible por responder a las necesidades de la comunidad”, agregó Saldaña.
Ningún otro estado ha tratado de establecer un programa de desempleo para los trabajadores indocumentados, según Saldaña, así que los legisladores están estudiando la cuestión de cuál sería la agencia mejor preparada para gestionar los pagos, como el Departamento de Labor e Industrias, por ejemplo.
“Se trata de una emergencia, porque afecta la salud pública de todos cuando las personas viven en la precariedad”, dijo Saldaña.
Saldaña reconoció los esfuerzos de grupos tales como Washington Dream Coalition y la Red de Solidaridad de Inmigrantes en Washington por motivar a los legisladores a hacer más por los más vulnerables.
“Ellos son los verdaderos héroes”, dijo Saldaña.